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SsangYong Tivoli D16T 4x2

SsangYong Tivoli D16T 4x2
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Un SUV distinto con alma de turismo

Por Mariano García Viana
miércoles 24 de julio de 2019, 23:31h
Pues sí, el Tívoli no es un crossover “normal”, parece más un coche compacto, pero con un tamaño algo mayor, con formas más bien cuadradas, pero sin lugar a dudas, sumamente originales. id:48139
Aunque lleva en el mercado unos años, el Tívoli recientemente ha recibido ligeros toques estéticos que han acrecentado esa mencionada originalidad. En principio encontramos que la carrocería dispone de dos colores, uno para el cuerpo principal, en este caso un precioso y llamativo color naranja, denominado Orange pop, con el techo y los retrovisores de color blanco. Un color juvenil que le viene muy bien al Tivoli, pues su atrevida línea no esta exenta ni mucho menos de un cierto espíritu joven y desenfadado, sobre todo después de los mencionados “retoques”.

La marcada personalidad del Tivoli, comienza por el frontal, donde destaca claramente el elaborado paragolpes, con zonas del color de la carrocería, otras de color negro, para las entradas de aire y otras con líneas cromadas. Además, sus propias y originales formas “protegen” los faros antiniebla, mientras que los principales se sitúan en la parte más alta, a cada lado de la estrecha entrada de aire superior en cuyo centro se encuentra el logotipo de la marca. Los citados faros, con silueta trapezoidal, contienen la luz de día de led y se prolongan por los laterales de la carrocería. El capó, por su parte, es bastante horizontal, al contrario que el muy inclinado parabrisas y disponen de unas originales nervaduras.

Lateralmente el Tivoli, sigue “marcando estilo”. Así, los pasos de rueda, en realidad en toda la aleta, muestran un abultamiento marcado por una arista que comienza a la altura del faro, da la forma del paso de rueda, aunque esté mucho más abajo, se prologa por las puertas y se diluye cuando coincide con la arista que marca el abultamiento de la aleta trasera, que termina en esa puerta y se prolonga hasta el piloto trasero que discurre por el lateral de la carrocería. Una hendidura, también marcada por una arista recorre la parte baja de las puertas. En la trasera destacan los citados grupos ópticos con tecnología led y analógica en sus distintas funciones, una luneta de dimensiones contenidas coronada por un alerón de generosas dimensiones, un portón con sus correspondientes formas originales, que queda un tanto al en su apertura inferior, lo que dificulta algo las operaciones de carga y descarga y un paragolpes si no tan elaborado como el delantero, si con sus propias formas, mezclando el color de la carrocería con el color negro.

Quizás nos hemos “pasado” un poco en la descripción de la carrocería, pero hemos querido resaltar de esa forma lo trabajada que está cada parte de la carrocería. El habitáculo sin ser tan “creativo” como el exterior, tiene desde luego su marcada personalidad. El salpicadero tiene una forma un tanto envolvente que hace que se prolongue sin solución de continuidad por la parte superior del guarnecido de las puertas. En él destaca sobre manera el cuadro de instrumentos que, protegido por una generosa visera, contiene dos grandes indicadores, a su vez embutidos en otras dos viseras individuales, ofreciendo la información para cuentavueltas y velocímetro que, por cierto, se puede personalizar con varias opciones disponibles (6). Entre ambos indicadores se encuentra una pantalla que, entre otras, ofrece las informaciones del ordenador de forma clara y a buen tamaño. A la misma altura, pero en el centro del salpicadero se sitúa la pantalla multifunción de 8”, que ofrece muchas posibilidades y tiene un fácil manejo táctil y complementada por otros interruptores situados bajo ella. El potente climatizador, sus mandos y otros auxiliares ocupan casi toda la parte central de la consola, mientras que las salidas de aire tienen un buen tamaño, tanto las laterales como las centrales que rodean la citada pantalla.

Los asientos, como el resto de elementos que nos rodean, transmiten una buena terminación y unas calidades de materiales más que correctas y a la altura incluso de coches de segmentos superiores y desde luego mucho más caros. Los delanteros, al igual que los traseros, son de piel en los laterales y de tejido agradable en el centro. Sujetan bien el cuerpo y adaptarse a ellos y la postura de conducción no plantea ningún problema. En el trasero echamos de menos que no se puedan desplazar longitudinalmente, pero si se puede el respaldo inclinar hasta 27,5º y la verdad es que también resultan confortables. Un detalle que no queremos dejar pasar por alto, es la sensación de espacio que nos rodea, pues al tener la carrocería unas formas bastante cuadradas y verticales, el aprovechamiento es máximo y tanto el habitáculo como el maletero es el mayor de su categoría. Éste ofrece una capacidad de 423 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.115 litros abatiendo el asiento trasero de forma sencilla.

A la vez que la citada y acertada remodelación que se ha llevado a cabo recientemente, también se han incrementado en el Tivoli los elementos del equipamiento, tanto en los que se refiere a los de seguridad, ayudas a la conducción, como los de confort. Entre los múltiples sistemas encontramos el de frenado automático de emergencia, la ayuda a descenso de pendiente que lo controla entre 5 y 30 km/h sin necesidad de pisar el freno, en aquellas versiones, como ésta, con tracción a las cuatro ruedas y que permite circular fuera de la carretera como un auténtico crossover. Siguiendo con el equipamiento destaquemos, el sistema multimedia compatible con Apple CarPlay y Android Auto, conexión para iPod, dos entradas USB, sistema de mantenimiento en el carril, reconocimiento de señales de tráfico, asistente para las luces largas, sistema de acceso y arranque sin llave, retrovosores exteriores eléctricos, etc. En resumidas cuentas, un equipamiento muy completo, en el que realmente solo hemos echado de menos la falta de avisador del ángulo muerto (BLIS).

La unidad de pruebas montaba un motor diésel de 1.6 litros, existe otra versión de gasolina con 128 CV y otra también de gasolina pero también movida con GLP. El rendimiento del motor de gasóleo se cifra en los 115 CV de potencia a 3.400/4.000 r.p.m. y el par en 300 Nm entre 1.500 y 2.500 r.p.m. y recientemente ha recibido unos retoques, como la utilización de un turbo de geometría variable, una bomba de presión de aceite de caudal variable y un nuevo diseño de la culata, para reducir al máximo el consumo de combustible. Un motor que nos ha gustado mucho pues es tan dinámico y rápido en respuestas a los requerimientos del acelerador y tan diligente en las recuperaciones que parece un gasolina, pues además el nivel de rumorosidad no es nada elevado. Además, conduciendo con decisión, sin necesidad de apurar las marchas, pero manteniendo una elevada velocidad de crucero, el consumo medio apenas ha superado los 5 litros. Se cuenta con la función Star&Stop, pero solo si se tiene el freno pisado y la palanca el punto muerto y al engranar la velocidad el motor se pone en marcha. Si ya lo llevamos casi con un talante deportivo, en cuya circunstancia el Tivoli no plantea ningún problema, los 7 litros se ven superados por muy poco. La velocidad máxima es de 180 km/h. La caja de cambios en esta versión es manual de 6 velocidades y muestra una perfecta conjunción con la mecánica, pues las relaciones iniciales, 1ª, 2ª y 3ª, son más bien cortas para así lanzar el vehículo, incluso la 4ª también en bastante rápida en recuperar la velocidad con decisión aunque se bajen mucho las revoluciones. Por su parte, la 5ª y lógicamente la 6ª, están orientadas a circular con un nivel de vueltas bajo para ahorrar combustible. El manejo del cambio es preciso y suave, con recorridos cortos de la palanca.

Conducir el Tivoli es sumamente agradable, muestra siempre una gran docilidad a través de una dirección bastante directa y precisa. Las suspensiones, con McPherson delante, con su barra estabilizadora y rueda tirada atrás, ofrecen una buena sujeción al coche en toda circunstancia, si bien cuando el pavimento es irregular se aprecian algunos balanceos de la carrocería. Por el contrario, cuando el piso es bueno, el coche se desliza sin que se aprecien movimientos que alteren la trayectoria del Tivoli. La dirección ofrece tres niveles de dureza a través de un botón situado en la consola central, Comfort, Normal y Sport.

Aunque como todos los SUV el Tivoli será utilizado en carretera, su altura con respecto al suelo, 167 mm. y la mencionada tracción integral, le permiten circular fuera de ellas y hacer recorridos por pistas o terrenos desiguales con bastante facilidad.

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