Suecia se desacelera en 2019

En 2017 y 2018, la economía sueca creció un 2,4% anual, apoyada por una política monetaria flexible, una fuerte demanda interna y un sólido crecimiento de la inversión y las exportaciones. En 2019, se espera que la expansión económica se desacelere por debajo del 2%, a medida que se debilite la demanda interna y externa. Como pequeña economía abierta que depende en gran medida de las exportaciones, Suecia está expuesta a una posible recesión del comercio mundial.

Las insolvencias de empresas suecas aumentaron en 2017 y 2018 después de tres años de disminuciones anuales. En 2019, se espera otro aumento del 3%, debido principalmente a los efectos de arrastre del gran aumento registrado en 2018.

Con el fin de combatir la deflación y debilitar la moneda, el Banco Central Sueco ha bajado repetidamente los tipos desde 2014. A pesar de la subida en diciembre, la tasa sigue siendo negativa (-0,25%). Se espera que la inflación se mantenga cercana al objetivo central de 2% en 2019 y 2020.

Las finanzas públicas saneadas ofrecen margen para la relajación fiscal en caso de recesión económica. Un posible riesgo a la baja para la economía sueca sigue siendo la elevada deuda de los hogares, provocada por la demanda de vivienda y las facilidades de crédito. A pesar del endurecimiento de los requisitos de amortización de las hipotecas, la proporción de la deuda de los hogares con respecto a los ingresos disponibles seguía siendo superior al 180% en 2018, lo que hace que sean vulnerables a las fuertes caídas de los precios de la vivienda y a las subidas de tipos.

Fuente: Crédito y Caución