En términos generales, los distribuidores de artículos sanitarios y productos de limpieza han sido uno de los entornos a los que la pandemia ha obligado a reaccionar con mayor rapidez. Un incremento abrupto de la demanda, y nuevas exigencias del mercado respecto a productos y artículos concretos, han hecho de la gestión del almacén y la logística un factor clave para mantener los niveles de exigencia, por un lado, y los principios de eficiencia y rentabilidad, por otro. id:68609
El entorno de la distribución de artículos sanitarios y productos de limpieza es uno de los pocos sectores que, la pandemia ha hecho que, hoy por hoy, goce de una excelente salud. Gran parte de su éxito se debe a que ha sabido apoyar su gestión en soluciones tecnológicas de primer nivel con las que ha podido hacer frente al incremento exponencial de la demanda.
En este sentido, Pablo Couso, director comercial de Datisa dice que “los ERP han hecho posible que los distribuidores de artículos sanitarios y productos de limpieza consiguieran mantener el foco en tres áreas funcionales concretas: la operativa, la financiera y la administrativa. La gestión integrada de estas áreas ha impulsado la productividad, la eficiencia y el crecimiento sostenible de estos negocios”.
Durante los últimos meses los distribuidores de artículos sanitarios y productos de limpieza vienen desempeñando un papel estratégico en el escenario COVID. En muchos casos, hablamos de poner a disposición de los ciudadanos una batería de productos/servicios básicos sin los cuales no se podría cumplir con los requisitos impuestos por las autoridades sanitarias. Se trata, además, de un entorno en el que la competencia es feroz por lo que el objetivo de la eficiencia y el control de los márgenes resulta crítico para la estabilidad del negocio.
Gran parte del éxito general de la distribución en España, y, más concretamente, de su flexibilidad y de la capacidad de adaptación y velocidad de respuesta mostrada en los últimos meses, se debe a la importancia que han otorgado al uso eficiente de la tecnología. En este sentido, confiar determinados procesos críticos e implementar una gestión inteligente, en la logística o el almacén con soluciones que facilitan, por ejemplo, la automatización de tareas ha sido clave.
Pablo Couso asegura que “la pandemia ha cambiado por completo el mercado. Los clientes se han vuelto súper exigentes. Sobre todo, en los primeros meses de la pandemia, en los que la demanda de productos clave provocó grandes “colas virtuales”, retrasos en las entregas y múltiples incidencias especialmente. Después de eso, el cliente exige tiempos de respuesta más cortos, mayor transparencia y, en términos generales, más garantía respecto a lo que pide, a lo que recibe y a lo que paga”.
En este sentido, el uso de soluciones de gestión de recursos empresariales -ERP- ha impactado, no solo sobre las áreas financieras y administrativas, sino también sobre el control del almacén, la facturación, la cadena de suministro, etc. Los distribuidores que han utilizado un ERP han tenido más fácil, por ejemplo, el control real del stock, gestionando mínimos y máximos por almacén y producto, facilitando la información relevante sobre las mercancías pendientes de recibir, generando automáticamente las propuestas de compra en función de las necesidades de abastecimiento, etc.
En cualquier caso, como apuntan desde Datisa, los ERP que han ayudado a los distribuidores de artículos sanitarios y productos de limpieza, lo han hecho, poniendo el foco, al menos, en tres áreas estratégicas:
- Operativa, apostando por una mayor eficiencia en los procesos de almacén (asociar códigos de barras, logística, trazabilidad de mercancías, etc.)
- Financiera, optimizando la gestión del circulante para maximizar los márgenes y el beneficio.
- Administrativa, facilitando, por ejemplo, la trazabilidad de documentos clave como l as facturas -físicas y electrónicas-, los albaranes, los comunicados con entidades bancarias, las Declaraciones, etc.
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