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Volkswagen Golf GTD 184 CV DSG

Volkswagen Golf GTD 184 CV DSG
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Carácter deportivo para el diésel más potente de mítico modelo

Por Mariano García Viana
martes 12 de febrero de 2019, 23:03h
De todos es sabido que el Golf fue uno de los primeros compactos familiares que se lanzaron al mercado hace décadas y que sus acertadas sucesivas generaciones han ido conformando una leyenda que sobre todo gira alrededor de su modelo más potente y significativo, el GTI. id:41799
Pero dentro de su propia gama al GTI le ha salido un competidor, también con un motor brioso y de carácter deportivo, pero en lugar de gasolina, alimentado por el ahora injustificablemente “maldito” gasóleo. Se trata de la versión denominada GTD que, dotada del motor de cuatro cilindros, dos litros diésel, que desarrolla una potencia de 184 CV entre 3.500 y 4.000 r,p.m. y un par de 380 Nm entre 1.750/3.250 r.p.m., tiene un carácter netamente deportivo, mostrando siempre una envidiable disposición a entregar lo mejor de sí, no en vano este motor esta dotado de la tecnología más moderna aplicada en un motor de gasóleo, inyección directa, common rail, turbo de geometría variable, intercooler, gestión electrónica optimizada, sistema de distribución variable (VVT-Variable Valve Timing), recirculación de gases de doble circuito…….Todo ello en aras de conseguir un comportamiento dinámico rápido y eficaz, como así es.

Desde los primeros compases de la aceleración, el motor empieza a empujar con decisión y en cuanto el turbo comienza a soplar con fuerza, recibimos una patada hacia delante que impulsa a coche como una auténtica bala, las velocidades del cambio automático se van insertando sin apenas notarse y estaremos en 7ª en apenas un corto espacio de tiempo y a una velocidad más que respetable. Por cierto, la velocidad máxima se cifra en 231 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h, se sitúa en los 7,5 segundos, guarismos apropiados para un modelo deportivo al uso. Al ralentí en frío el sonido denota que estamos o vamos a conducir un diésel, pero una vez tomada velocidad, ese típico sonido de ese tipo de motores, desaparece y la sensación es la de conducir un ágil y silencioso modelo de gasolina, pero eso sí, con un consumo más reducido, pues como media se pueden conseguir unos 4,5 litros a los 100, a una buena marcha y aunque se conduzca de forma enérgica y apurando las marchas, en la posición Sport, el nivel de consumo siempre es contenido.

Hemos mencionado posición Sport porque el GTD probado contaba con la posibilidad de modificar los parámetros del motor, frenos, cambio, etc., a través del botón Mode situado junto a la palanca selectora de velocidad, que permite seleccionar 5 modos de conducción, Confort, Normal, Sport, Eco e Individual, esta última posición facilita al conductor variar a su gusto los parámetros del chasis, la dureza de la dirección, la respuesta del motor a los requerimientos del acelerador, la forma de cambiar de velocidades…Pero según hemos podido comprobar durante la prueba, bien en la posición Normal, que interpreta perfectamente la forma de conducir, o la Sport para cuando queremos exprimir las posibilidades del vehículo, automáticamente nos satisface sobradamente. El cambio automático DSG de siete marchas, tiene un funcionamiento perfecto, sin notarse las sucesivas entradas de las distintas velocidades al acelerar y retiene el coche de forma discreta cuando frenamos con decisión. Además, como ya hemos insinuado, cuando se maneja el botón Mode, interpreta rápidamente y con eficacia la forma de conducir y las reacciones que se espera de él. Se puede manejar manualmente a través de las levas situada tras el volante o si se quiere con la propia palanca selectora.

Una de las características del Golf desde su nacimiento, es sin lugar a dudas su estabilidad y su agilidad en todo tipo de terrenos. Esta virtud que se ha heredado generación tras generación y como no podía ser menos la actual, puede hacer gala de ella. Con McPherson en el tren delantero y paralelogramo deformable en el trasero, ambos con sus correspondientes barras estabilizadoras y un chasis robusto y ligero a la vez, basado en la plataforma MQB del Grupo Volkswagen. Da igual el tipo de trazado con el que nos encontremos, el Golf se deja manejar con una facilidad pasmosa, es dócil y no tiene reacciones extemporáneas aunque entremos fuerte en las curvas, siempre obedece sin problemas y a gran velocidad en autopistas o carreteras despejadas, muestra un aplomo envidiable. Si llegar a las prestaciones del mítico GTI, el GTD es un más que digno hermano ligeramente menor, pero con las mismas ambiciones deportivas. Los frenos se muestran a la altura del resto del coche, incluida la directa y rápida dirección.

El exterior del Golf GTD, es muy similar al del GTI, como para remarcar su carácter deportivo, pero desaparecen las inserciones en rojo que siempre han señalado al modelo de gasolina, que pasan a ser cromadas mate. No obstante, el GTD, como toda la gama, respira dinamismo y juventud. El bajo frontal contiene una calandra estrecha presidida por el logo de la marca y que deja la entrada de aire para la parte inferior de paragolpes, donde existe una de gran tamaño, mientras que a cada lado de ella se sitúan una especie de branquias para la ventilación de los frenos. Los faros son de led al igual que la luz de día. En la visión lateral, además de las bonitas y deportivas llantas de aleación de color negro y gris y de 17”, destaca sobre todo la compacidad del diseño, que sitúa las ruedas en cada esquina de la carrocería, para permitir un habitáculo mayor como ahora veremos. La redondeada trasera es bastante vertical en aras de ese mejor aprovechamiento interior y esta dominada por la luneta, que luce una visera sobre ella y por los grandes y horizontales grupos ópticos de tecnología led. Destacar también la doble y cromada salida del escape situada en el lado izquierdo.

El habitáculo como es de esperar es bastante amplio para las dimensiones exteriores y hasta cinco personas pueden viajar con bastante comodidad. La impresión general es que los materiales empleados son de buena calidad, tanto los plásticos como las inserciones de piel. Precisamente los asientos son de ese material en los laterales, mientras que la zona central luce un tejido de cuadros moderno y juvenil. El salpicadero en sí es bastante clásico con formas muy rectilíneas, pero que en detalles se nota su modernidad. La principal es el propio cuadro de instrumentos digital, que esta formado por una pantalla de 12,3 pulgadas, que puede modificar sus “relojes”, su fondo y la información que expone a voluntad del conductor. En el centro del salpicadero se sitúan las salidas de aire y bajo ellas, ya en la consola central vertical, la pantalla táctil multifunción de 9,2 pulgadas con una buena resolución en color. Más abajo ya se encuentran los mandos del climatizador, hueco portaobjetos y ya horizontalmente la palanca selectora del cambio.

El sistema de infoentretenimiento es muy completo incluido un estupendo equipo de sonido. El equipamiento, tanto en elementos de seguridad y ayuda a la conducción, como en los de confort, es completo y aseguran un aumento en la satisfacción de conducir un coche tan eficaz. Por su parte el maletero con sus 380 litros, se puede decir que tiene una capacidad correcta teniendo en cuenta el tamaño del coche y siempre existe la posibilidad de aumentarla hasta los 1.270 litros, abatiendo el asiento trasero.

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