Volkswagen ID.3 204 CV 1st Max

El ID.3, es el primer modelo de la marca que utiliza la denominada plataforma MEB, diseñada expresamente para los vehículos de propulsión eléctrica dentro del Grupo Volkswagen y por lo tanto es la misma que utiliza el inminente SEAT Born y el Skoda Enyaq. Como decimos en la entradilla, su diseño es un tanto especial, pues no tiene precedentes en Volkswagen y por lo tanto no se deriva de ningún otro modelo equipado con motor de combustión, si bien tiene una cierta herencia del Golf, como es su tamaño, habitabilidad y maniobrabilidad.

Para mover el ID.3 Volkswagen ha instalado en la parte trasera del vehículo transversalmente el motor eléctrico capaz de proporcionar una potencia de 204 CV y un par de 310 Nm. Como en la mayoría de los vehículos eléctricos, las prestaciones en lo que se refiere a aceleración, por ejemplo, de 0 a 100 km/h, se cifra en 7,3 segundos, son brillantes, mientras que la velocidad máxima no suele ser tan destacable, en este caso 160 km/h. Por otro lado, hay que destacar que la autonomía con la batería completamente cargada y condiciones favorables de poco consumo y conducción más bien relajada es de 411 kilómetros. En la práctica, con un manejo mixto, ciudad carretera y aprovechando en ocasiones esa mencionada contundente aceleración y a buen ritmo de marcha la autonomía rondaba los 330 km.

Como resumen de esta planta motriz eléctrica se puede decir que ésta consiste principalmente en un motor síncrono de imán permanente integrado en el eje trasero, que incluye un módulo electrónico de potencia y control para el accionamiento eléctrico y una caja de cambios. El citado módulo electrónico de potencia y control para propulsión eléctrica, conversor, controla el flujo de energía de alto voltaje entre el motor y la batería, de manera que convierte la corriente continua almacenada en la batería en corriente alterna para el motor de tracción. Al mismo tiempo, un transformador suministra baja tensión a la red de a bordo del vehículo de 12 V. La potencia se transmite del motor al eje trasero a través de una caja de cambios de una sola velocidad. Por su parte, la batería de construcción plana, va instalada en los bajos del vehículo para así ahorrar espacio y proporcionar un centro de gravedad más bajo. En la parte delantera se encuentran los elementos auxiliares como el compresor del climatizador y su radiador, la caja de la dirección, servofreno, etc. La distribución de los pesos esta muy equilibrada en ambos ejes, casi al 50%, con lo que la estabilidad está más que asegurada.

Volviendo a la batería, digamos que esta versión probada, la intermedia en la oferta de potencias, tiene una potencia de 62 kWh (58 kWh de poder energético útil), es de iones de litio y Volkswagen ofrece una garantía de 160.000 km u ocho años de uso. El tiempo de carga depende lógicamente del tipo de fuente de alimentación, en un cargador de 100 kW, el tiempo de recarga desde 0 al 80% es de 35 minutos, en un cargador de 11 kW, la recarga total se consigue en 6,25 horas y en un cargador doméstico de corriente alterna de 7,4 kW el tiempo es de 9,5 horas.

El comportamiento del ID.3 es magnífico, su reparto de pesos y su excelente plataforma, unido a un esquema de suspensiones muy logrado, como es tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, con sus correspondientes barras estabilizadoras, hacen que manejar con seguridad el coche sea sumamente fácil, pues además la tracción trasera contribuye de forma eficiente a ello. El silencio nos rodea al circular y solamente un pequeño sonido para avisar a los peatones, emite el coche por debajo de los 30 km/h, pero que apenas se deja oir en el interior a nada que tengamos la radio en funcionamiento. Todo en el ID.3 es suave, incluso al acelerar y conseguir ganar velocidad de forma rápida y contundente. La dirección es rápida y permite un manejo igualmente suave cuando circulamos en ciudad, mientras que el equipo de frenos, a pesar de contar con tambores en el eje trasero, detiene el coche sin problemas, sin bien hay que presionar bien el pie sobre el pedal si no utilizamos la retención eléctrica.

Ya que hablamos de ellas, de las retenciones, digamos que el ID.3 dispone de dos formas, según la posición de la pequeña palanca basculante, situada a la derecha del reducido cuatro de instrumentos, a poca distancia de la parte media superior del volante y fácil de utilizar. En la posición D, al levantar el pie del acelerador apenas hay retención y hay que emplear los frenos con decisión si queremos reducir la velocidad, mientras que si activamos la posición B la retención se hace patente e incluso no hace falta pisar el freno y modulamos la velocidad con el acelerador, no obstante, si queremos parar del todo el coche, hay que pisar el freno, pues sino se quedaría moviendo ente 4 y 5 km/h. Las luces de pare se encienden al activar esta función B de retención.

El ID.3 también dispone de tres modos de conducción, que se pueden elegir a través de un interruptor situado bajo la pantalla multifunción. Estos son ECO, Comfort y Sport y una cuarta Individual, con la que se puede ajustar cada parámetro por separado, ya que según se active uno u otro modo, naturalmente afecta a la respuesta del motor, la asistencia a la dirección e incluso al funcionamiento del climatizador. Así, por ejemplo, si activamos la modalidad ECO, la respuesta a los requerimientos del acelerador es menos dinámica y el climatizador trabaja de forma menos intensa, mientras que en la posición Sport la aceleración es más rápida e incluso la retención al levantar el pie del acelerador es tan intensa como si lleváramos activada la posición B de retenciones. Por su parte la dirección es bastante rápida y suave y los frenos, como ya hemos comendo, aunque atrás se montan de tambor, no plantean problemas a la hora de utilizarlos intensamente.

Al principio del artículo mencionábamos que el ID.3, si bien compartía tamaño y volumen con el Golf, dispone de un diseño único en la gama de Volkswagen. Y en efecto así es, su corto morro, su gran e inclinado parabrisas y sobre todo la ausencia de parrilla, hacen del frontal del ID.3 algo único en la gama de la marca alemana. Los faros son como ojos de gato, estrechos y se prolongan por los laterales de la redondeada carrocería, disponiendo de tecnología Matrix Led interactivos, estando unidos por una estrecha franja negra en cuyo centro se sitúa el generoso logo de la marca. En la parte más baja del frontal encontramos la única entrada de aire, para el radiador del climatizador y ventilación de los equipos auxiliares. Es de destacar, como detalle del diseño, pequeñas hendiduras ovaladas que adornan el paragolpes delantero y que se repiten en el pilar trasero de color aluminio. Esta parte delantera redondeada y aerodinámica, contrasta con la parte trasera, casi vertical, maciza y compacta, con una estrecha luneta, que lo parece aun más debido a la gran visera que la envuelve, una superficie de color negro brillante remarca el portón cuya apertura queda un tanto alta debido al generoso tamaño del paragolpes trasero. Los grupos ópticos de led, de forma horizontal, se sitúan justo por debajo de la luneta, con lo cual quedan idealmente altos para ser perfectamente visibles por los vehículos que van detrás. Lateralmente llaman la atención, por un lado, las grandes llantas de 20” con un diseño realmente “eficiente” por su dibujo aerodinámico si apenas aperturas, y por otro, ese inclinado parabrisas, que permite la inclusión de una pequeña ventanilla, para mejorar la visibilidad, al modo de los monovolúmenes.

El habitáculo esta muy bien aprovechado y ofrece un generoso espacio teniendo en cuanta las dimensiones exteriores de 4,2 metros. El diseño en general es lo que pudiéramos llamar completamente minimalista, demasiado para nuestro gusto, pues se ve plástico-plástico por todos lados, lo que reduce notablemente la sensación de calidad de los materiales, que sí la tiene, igual que su ajuste que es perfecto, pero que no la transmite. De entrada. el cuadro que es una pantalla de 5,3 pulgadas, es mínimo y solidario con la dirección, como la pequeña palanca basculante del “cambio”. Aunque no ofrece muchas posibilidades de configuración, la información que facilita es siempre clara y precisa, estando dividida en tres zonas, una para reproducir los datos del navegador, otra para la velocidad y otra para el programador de velocidad. La información se complementa con la que ofrece el head-up display que se refleja en el parabrisas.

La pantalla multifunción es más generosa, pues tiene 10 pulgadas, ofreciendo una información correcta y compatible con Android Audo y Apple CarPlay. En la propia pantalla se activan bastantes funciones que de otro modo serían manejables desde teclas o interruptores, siempre más cómodos. Debajo de ella se sitúan cinco pulsadores, prácticamente los únicos, para conectar o desconectar algunas funciones y más abajo y en la parte horizontal, libre de palanca de cambios y otros “estorbos”, huecos, portabotes, bandeja para carga inalámbrica del móvil, reposabrazos….. Es de destacar en sentido que pudiéramos llamar negativo, el que si bien los cuatro elevalunas se pueden manejar desde la puerta del conductor, solo existen dos teclas, con lo que para activar los traseros hay que reconvertirlos pulsando otra tecla adicional y viceversa, mucho más útil los cuatro pulsadores habituales.

Los asientos delanteros con original tapizado, sujetan lo suficiente el cuerpo y resultan cómodos, tienen accionamiento eléctrico, así como calefacción, al igual que el volante. El trasero admite a tres personas que no sean muy voluminosas, pues el pasajero del centro no tendrá que abrir las piernas al no existir túnel central. De todas formas, por la propia configuración del asiento y por el espacio disponible, dos viajaran tan cómodos como los dos delanteros. El maletero tiene una capacidad de 385 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.267, abatiendo el asiento trasero.

El equipamiento en esta versión Max es realmente completo, tanto en ayuda a la conducción, en elementos de confort o en los de seguridad, algunos de los cuales ya los hemos mencionado a lo largo del artículo. Cabe destacar que las funciones de asistencia están respaldadas por una cámara multifunción en el parabrisas, capaz incluso de reconocer las señales de tráfico. Las funciones de confort y seguridad del ID.3 incluyen el sistema de vigilancia Front Assist con función de frenada de emergencia en ciudad y sistema de detección de peatones, freno anti colisiones múltiples y asistente de aviso de salida del carril, sistema de aparcamiento asistido con sistema de cámara de marcha atrás y sistema de cierre y arranque sin llave "Keyless Access" ("Kessy Advanced") con manillas de las puertas iluminadas. La ayuda de aparcamiento dispone de con función de frenada al maniobrar, evitando así en gran medida, los choques durante el aparcamiento. La función puede prevenir colisiones inminentes o reducir la gravedad de una colisión mediante la activación de la frenada de emergencia en el momento más tardío posible. La frenada se produce hasta que el vehículo se detiene (a una velocidad de entre 1,5 km/h y 10 km/h en marcha atrás y de entre 2,5 km/h y 10 km/h en marcha adelante). También se cuenta con cámara de marcha atrás, control de crucero adaptativo, asistente de aviso de salida del carril con asistente para emergencias, asistente de cambio de carril, telefonía de confort con carga inductiva, asientos de confort, superficie de carga plana y un largo e interesante etcétera.

En fin, un coche muy agradable de conducir por su suavidad, su confort, seguridad y un nivel de dinamismo alto y reconfortante, sin olvidar la parte que podríamos llamar “lúdica”, que es el conducir un coche distinto y de acertado diseño.